La isla cuenta con características naturales que la hacen abismalmente diferente
al espacio habitable más cercano: la ciudad.
Esto, junto a la cultura del trabajo de la tierra heredada de una generación ya
extinta, ha moldeado la vida de los lugareños de manera irreversible.
Las personas que nacieron en Isla Paulino no quieren abandonar el lugar donde
se criaron a pesar de que por su edad van quedando imposibilitados de
sustentarse en este lugar y es muy probable que allí mueran.
No existe proyecto integral alguno que intente preservar o desarrollar la vida de
la isla, ni hay expectativa de que ese proyecto aparezca en un futuro cercano.
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